No dejamos de sorprendernos de lo noble que es la masa madre, recibiendo como buen alimento todo lo que le otorgamos, en este caso: leche, mantequilla, huevos, azúcar, harina, e incluso zapallo.
Midiendo un poco la actividad de nuestra masa madre, conseguimos usarla en el momento justo para maximizar su capacidad de leudar masa, y obtener este esponjoso brioche.
Aquí les compartimos la receta:
500g harina panadera
4 huevos
100g azúcar
50g leche
80g mantequilla
2g sal
90g zapallo
100g masa madre
Esta receta es de las que no necesita horas de observación y pliegues como en las masas rústicas. Tan sólo amasamos bien por unos 5 minutos hasta que la masa se sienta suave y homogénea. Luego dejamos reposar hasta que haya doblado en tamaño. Los que tengan una máquina tipo Kitchenette, afortunados sean. Simplemente viertan ahí los ingredientes, procurando quizá empezar con la leche, masa madre y sal, para asegurarnos que esta última se disuelva del todo. Procurar también añadir la mantequilla cuando esté suave para que no nos queden grumos.
Después de leudar por unas 8 horas, dividimos la masa, la aplanamos, e hicimos pequeños rollos que encajaron de a cuatro en el molde. Es posible también bolear la masa en pequeñas partes y acomodarlas en el molde.
Una vez la masa haya una vez más aumentado su tamaño en más del doble, la pintamos con una ligera mezcla de huevo y leche para darle color y brillo a la costra.
Horneamos por 30 minutos a 200 grados Celsius y esperamos que enfríe antes de rebanar.