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Mi masa madre no crece

Mi masa madre no crece


Esto usualmente ocurre cuando no estamos alimentando la masa en su momento ideal, y hemos permitido que el nivel de ácido y actividad enzimática se eleven a niveles poco ideales para los microorganismos que habitan en la masa. 


Para solucionar esto, debemos descartar casi todo el contenido de nuestra masa madre, quedándonos con unos 20g aproximadamente. A estos 20g le echaremos 20g de harina y 20g de agua, mezclamos bien, cubrimos el recipiente, y la dejamos descansar.


Es importante revisar la masa cada hora para poder evidenciar la actividad que pueda ocurrir. Podemos intentar medir el volumen inicial y compararlo con el volumen que tenga cuando haya parado de crecer. No importa si no se llega a duplicar en tamaño, si es que ha crecido por lo menos un poco, quiere decir que hay actividad y la podemos salvar. Una vez que la masa deja de crecer, es hora de alimentarla de nuevo. 


Debemos entonces descartar la mitad de nuestro frasco, y añadir 30g de agua y 30g de harina. Mezclamos bien y repetimos el proceso. Si tenemos suerte, la masa debería responder más rápidamente y mostrar más signos de actividad. Si esto ocurre, vamos por buen camino. El siguiente paso sería prestarle atención hasta que llegue nuevamente al volumen máximo posible, y repetir los pasos de descartar y alimentar. 


Si la masa madre no presenta actividad alguna, es porque quizá haya muerto. Esto no es muy común, pero puede pasar si los días son muy cálidos, y no alimentamos a la masa con la debida frecuencia, dejando que el ácido se acumule a niveles demasiado elevados.

Masa Madre